sábado, 23 de abril de 2011

Persuasión en la Imagen

En diversos momentos de nuestra vida, seguramente todos nos hemos visto ante algún caso de persuasión, en el que se hace uso de diversas herramientas para provocar cierto comportamiento o respuesta.

Tal vez se piense en la persuasión como algo ajeno, exclusivo de los medios, y hasta cierto punto algo negativo o poco ético, a lo cual recurren muchos para convencer de lo que ellos desean valiéndose de engaños y tácticas oscuras.

Pero ¿realmente es algo tan ajeno a nosotros? No necesariamente necesitamos ser una marca o un político para persuadir a los demás. Al pedir un permiso, convencer a nuestros amigos de ir a algún lugar, o a nuestra pareja de ver cierta película, ya estamos persuadiendo. Lo que sí es cierto, es que la persuasión no siempre estará cargada de elementos negativos o encaminada a ellos, lo cual es una creencia popular; eso depende de cada persona y de su fin en específico.

Al persuadir, se intenta provocar una respuesta previamente planeada, lo cual está completamente ligado a los fines de la imagen pública.

Uno de los elementos más importantes en el momento de persuadir, es apelar a los sentimientos. Uno de los axiomas de la imagen pública, mencionado en el libro "El Poder de la Imagen Pública" de Víctor Gordoa, es el siguiente:

"La mente decide mayoritariamente basada en sentimientos"
Lo que este axioma nos dice,es que no importa qué tan críticos seamos, cuánta cultura y raciocinio tengamos o qué tanto hemos estudiado; en el momento de tomar una decisión, nuestros sentimientos son los que darán la última palabra. Y si la persuasión por parte de alguien se dirige a tocar algunos de nuestros sentimientos, entonces la victoria de esa persona será casi segura.

Por ejemplo, en el año 2006, cuando se iban a realizar las elecciones para Presidente de la República en México, existía una diferencia muy marcada entre el candidato del PRD y el del PAN, siendo el del primer partido el que llevaba la ventaja. Ante ese escenario, muy poco antes de que se celebraran las elecciones, se lanzó una campaña por parte del PAN, que tenía como fin desprestigiar a su oponente más fuerte. Esto no es algo inusual, ya que es lo que comúnmente se hace en la política. Pero el punto clave de esta campaña, fue que su argumento más fuerte era que el candidato del PRD "era un peligro para México".
Además de este fuerte mensaje, se hacía uso de imágenes en las que se apelaba al miedo, por medio de escenarios de crisis, mensajes con tipografía agresiva y en colores rojo y negro, y en general, escenas y mensajes que hacían temer al público al cambio, es decir, a no votar por el PAN.

Hecha esta campaña, mágicamente la popularidad del candidato del PAN se elevó, y el resultado final todos lo conocemos. Mucho se dijo de un fraude en aquellas elecciones, pero eso es algo de lo que jamás sabremos la verdad; de lo que estoy segura, es de que una campaña que apela al miedo, el más fuerte de los sentimientos y el que más puede influir en una persona, puede ser determinante en la decisión de una persona, incluso en una tan importante como lo es la elección de su Presidente..

Además, en aquella campaña aparecieron diversas figuras del medio del entretenimiento principalmente, respaldando la misma idea, lo cual reforzó el mensaje, ya que aquellas personalidades eran figuras con una excelente imagen pública en la mente de la mayoría del público mexicano; para muchos, ellos eran sus líderes de opinión. El ejemplo más claro fue la presencia en algunos de esto spots del grupo RBD, el cual contaba con gran fama y seguidores en aquél momento.

Este ejemplo, es el que mejor puede reflejar el poder y los alcances que la imagen y la persuasión pueden tener.

No es malo saber utilizar estas herramientas; son bastante útiles y casi imprescindibles en el mundo tan competitivo en el que vivimos; sólo depende de la ética de cada persona el saber hasta qué punto llegar y qué tipo de respuestas se deseen provocar.

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