Imagen Personal: Ser y Parecer

Diariamente nos exponemos ante un gran número de personas, todos como individuos poseedores de una imagen. Pero, ¿estamos seguros de que la imagen que damos concuerda con lo que somos internamente?

El vestir es un acto fundamental y diario en nuestra vida, y muchas veces lo llegamos a ver como algo automático sin darle la importancia o atención que en realidad merece.

Y es que el preocuparnos de lo que nos ponemos día a día antes de salir de casa, podrá parecerle a algunos algo superficial y banal, pero en realidad es parte de nuestra imagen personal y tan solo nuestras prendas, transmitirán varios signos y mensajes que, como he dicho en ocasiones pasadas, provocarán percepciones y respuestas que tal vez, no sean las que de verdad deseamos.

Tal vez no nos guste, pero como nos ven, nos tratan, y muchas veces la opinión de las personas en cuanto a nuestra persona se basará más en lo que parecemos que en lo que somos. 

Un caso que ejemplifica de manera muy clara esta frase es el del primer debate televisado de los Estados Unidos, en el que participaron el joven John F. Kennedy y el experimentado  Richard Nixon, candidatos a la presidencia.  Hasta ese momento, Richard Nixon le llevaba ventaja según las encuestas. Sin embargo, este debate lo cambió todo, fue el que le dio la victoria a Kennedy. Pero esto no es lo interesante, lo realmente importante es que al día siguiente de este debate, las encuestas arrojaban los siguientes resultados: la gente que lo había escuchado por la radio, daba por ganador a Nixon, y la gente que lo había visto por televisión, daba por ganador a Kennedy. Pero, ¿por qué sucedió esto?

La respuesta es simple y compleja a la vez: imagen pública.

JFK se presentó portando un traje oscuro, su rostro lucía un tanto bronceado además de haber permitido que lo maquillaran antes de entrar al aire. Nixon por el contrario, optó por un traje en color claro, que destacaba muy poco en la transmisión en blanco y negro de la televisión, no se había rasurado, y se le vio constantemente limpiando el sudor de su rostro.

Aunado a esto, Kennedy poseía un físico más atractivo que el de su oponente, y poseía carisma, a diferencia de Nixon que se presentó con un semblante siempre serio y rígido. Kennedy además, lucía tranquilo, relajado, por su postura y su forma de sentarse, cuando Nixon lucía nervioso, intranquilo y sin soltura en sus movimientos.

Kennedy ganó la presidencia. Pero Nixon estaba mejor preparado. ¿Fue justo? ¿Lo merecía Kennedy? ¿Fue un engaño al pueblo estadounidense? Todas estas preguntas pueden tener miles de respuestas diferentes, y nunca se llegará a una verdad sobre este tema. 

Lo que es cierto, es que en este mundo la imagen es sumamente importante, tan importante que pudo ayudar a alguien a ganar la presidencia de uno de los países más poderosos del mundo, y desde mi punto de vista como Consultora en Imagen, si una persona está suficientemente preparada pero puede potenciar lo que es, con ayuda de estrategias de imagen personal, es totalmente aceptado y comprensible.

Mi recomendación sería nunca llegar a engañar, simplemente potenciar nuestra imagen interna con estrategias de imagen externa. 

Espero les haya dado una idea de la importancia y los alcances que tiene la imagen, les dejo el video del debate y espero sus comentarios, ¡gracias!